Sobre un lienzo blanco, una máscara abstracta en tonos oscuros adquiere misterio con la integración de ágatas. Una ágata azul y blanca se sitúa como un ojo, mientras que otras dos, de tonalidades similares, se disponen en la parte inferior, sugiriendo quizás lágrimas o adornos. La máscara evoca una presencia enigmática, realzada por la belleza natural y los patrones concéntricos de las ágatas, como fragmentos de la luna o ventanas a otro mundo.
Máscara de gema
- 30 x 40 cm
- pintura acrílica
- ágatas