Esta obra nos muestra dos facetas de una misma presencia. Un lado nos ofrece la imagen de un gato alejándose, su andar marcado sobre la madera junto a la sutil adición de gemas. Al voltear la pieza, descubrimos un despliegue de color intenso con varias ágatas que parecen ventanas a paisajes geológicos internos. La obra juega con la idea de lo que se revela y lo que se oculta, el movimiento del animal contrastando con la quietud brillante de las piedras.
Huella felina
- cm
- pintura acrílica
- ágata
- madera