Esta pieza juega con la forma y la dualidad. Un lado presenta un rostro felino estilizado con una expresión traviesa o enojada, dibujado sobre la madera y acompañado de gemas terrosas incrustadas a lo largo de la curva. Al girar la obra, la representación animal da paso a una serie de ágatas grises y blancas con patrones de bandas, dispuestas de manera similar a las gemas del otro lado.
La Curva del Gato Mineral
- cm
- pintura acrílica
- ágata
- madera