Fracturas Doradas es una obra que nos sumerge en un universo de contrastes y transformaciones. Un rostro femenino emerge de una grieta dorada, como si estuviera renaciendo de las cenizas. Sus ojos, intensos y profundos, están enmarcados por vetas doradas que sugieren la fragilidad y la fuerza de la existencia humana. Los cuarzos, incrustados en la superficie, añaden un toque de misterio y espiritualidad, mientras que el fondo dorado simboliza la riqueza interior y la iluminación.
Las grietas doradas que recorren el rostro de la mujer representan los desafíos y las experiencias que moldean nuestra identidad. Sin embargo, estas fracturas también dan paso a una nueva luz, simbolizada por los brillantes ojos azules y los cuarzos luminosos. Esta obra es una invitación a explorar las profundidades de nuestro ser y a encontrar la belleza en la imperfección.
Esta obra es un reflejo de la resiliencia del espíritu humano y un recordatorio de que incluso en los momentos más difíciles, y que siempre hay esperanza.