Esta obra es una celebración poética del amor en pleno florecimiento. Un árbol, símbolo de vida y crecimiento, se transforma en una metáfora del amor, donde sus ramas se entrelazan para formar los contornos de una pareja entregada a un beso apasionado. La imagen evoca la idea de que el amor, como una planta, necesita cuidados y atención para crecer y florecer.
El cuarzo ágata, ubicado en la base del árbol, representa las raíces de este amor, un amor profundo y arraigado que se nutre de la tierra y se extiende hacia el cielo. Las bandas concéntricas del cuarzo, con sus suaves tonalidades, simbolizan las diferentes etapas del amor: el enamoramiento, la complicidad, la confianza y la madurez.
La obra invita a reflexionar sobre la belleza del amor en todas sus etapas. Al igual que un árbol florece en primavera, el amor también necesita sus momentos de renovación y crecimiento. La pareja, representada por las ramas del árbol, se encuentra en un momento de plena unión y armonía, donde sus almas se entrelazan en un abrazo eterno.Al igual que el árbol en esta obra la fundación ha sembrado las semillas de esperanza en la vida de muchos adultos mayores, brindándoles el apoyo necesario para florecer y seguir creciendo.
Floración del Amor
- 30 x 40 cm
- pintura acrílica
- cuarzo























